Esta fotografía fue tomada en junio de 1989, en Beijing, China, un día después de que el gobierno chino empezara a reprimir violentamente las protestas democráticas que estaban sucediendo en el país, y acabaran con la vida de centenares de civiles.
En ella se puede ver a un estudiante chino parado ante una fila de tanques blindados. El joven desconocido consiguió detener a los tanques, pacíficamente, interponiéndose en su camino. Luego subió encima del primer tanque y mantuvo una conversación con el conductor, sobre el contenido de la cual se ha especulado sin llegar a saber lo que se dijo realmente. A continuación, tal y como se ve en la grabación que hay de los hechos, unos civiles empujan al hombre fuera de los tanques. Se sospecha que estos civiles eran, en realidad, fuerzas de la ley.
Los fotógrafos Jeff Widener (AssociatedPress), Charlie Cole (Newsweek) y Stuart Frankin (de Magnum para Time) captaron la imagen desde los balcones del Hotel Bejing, junto a la plaza.
La historia de Widener es, seguramente, la más conocida. La noche anterior el fotógrafo fue agredido por la policía china, que le requisó todo el material que había captado de la represión de los estudiantes. Al hacer esta fotografía, Widener no se lo pensó dos veces y escondió el carrete en la cisterna del váter, evitando que, en el futuro registro que hicieron a su habitación, encontraran la valiosa fotografía.
Esta imagen se convirtió, en occidente, en un símbolo del movimiento democrático chino y fue la ganadora del Word Press Photo de aquel año; mientras que en China significaba el cuidado de los soldados del Ejército Popular de Liberación.
Respecto al desconocido protagonista, desde 1998 forma parte de la lista de la revista Time de las cien personas más influyentes del siglo XX.
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